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lunes, 13 de febrero de 2012

Desecho de pilas en contenedores especiales


Las pilas se desechan en contenedores especiales.


Contenedor para desecho de pilas, calle Lago Alberto a 20 mt. de la entrada de coches de condominos.

Es de suma importancia que tomemos conciencia sobre cuestiones que nos involucran a todos y que en nosotros esta cambiar nuestro entorno y proteger nuestros ecosistemas, para favorecer una mejor calidad de vida.
La modificación de la temperatura en el mundo, cambios drásticos en los ecosistemas, incendios forestales, contaminación ambiental (aire, suelos, ríos, mares) son tan solo elementos que producen que los fenómenos naturales de estos últimos años tomen fuerza y sean más drásticos con consecuencias dramáticas para los seres humanos y sus poblados.
El cuidado y la protección de la naturaleza, parte de una educación cívica por procurar nuestro medio ambiente y la misma debe ponerse en práctica día con día, para que con la suma de todos podamos realmente generar un cambio positivo para todos nosotros y nuestras vidas.
Como bien se sabe los varios componentes usados en la fabricación de pilas, son tóxicos y por tanto genera contaminación ambiental y riesgos de afectar la salud. Los ecosistemas dependen de la forma, lugar y volumen en que se ha dispuesto o tratado este tipo de residuos.
La toxicidad de los materiales con que están hechas las pilas; empieza a tomar conciencia en la población por cuanto hace a su inadecuado manejo y desecho, como consecuencia en la percepción real de la ciudadanía con respecto a que las pilas gastadas que se desechan son nocivas para el ambiente y la salud. Ello ha originado reacciones inmediatas que se expresan generalmente en el intento por manejar los riesgos inherentes a través de la organización de programas de recolección, muchas veces sin el efecto y resultado deseado.
Estos se empiezan a poner en práctica en nuestro país sin embargo, nada es suficiente si no somos conscientes del daño que puede producir una conducta de omisión al tratamiento del desecho de estos elementos tan cotidianos y que tienen tanto uso en nuestra vida diaria.




Las pilas son dispositivos que convierten la energía química generada por la reacción de sus componentes en energía eléctrica. Sus partes internas esenciales son un electrodo positivo y un electrodo negativo (llamados ánodo y cátodo). Dependiendo del tipo de pila, sus componentes están constituidos por sustancias tóxicas como el Hg, Pb, Ni, y Cd, y otras veces por elementos no tóxicos como el Zn, que en cantidades balanceadas forma parte de nuestro organismo (oligoelemento). El tercer componente es un conductor iónico denominado electrolito.


Por su electrolito, las pilas se pueden clasificar en secas y húmedas. Generalmente, las pilas de uso doméstico tienen electrolito seco que puede ser alcalino o ácido y en algunos casos el electrolito ácido puede estar contenido en un gel cubierto por un material permeable o de fibra de vidrio, como es el caso de las baterías de plomo usadas para respaldar la corriente en los equipos de cómputo o en luces de emergencia en edificios y casas.

Por su duración y de acuerdo con el tipo de manejo requerido, las pilas pueden agruparse en: primarias o desechables y secundarias o recargables. Generalmente, para efectos comerciales y técnicos, se les tipifica de acuerdo con sus componentes.

En términos generales, las pilas, al ser desechadas se oxidan con el paso del tiempo por la descomposición de sus elementos y de la materia orgánica que las circunda, lo que provoca daños a la carcasa o envoltura y, por consiguiente, la liberación al ambiente de sus componentes tóxicos a los suelos cercanos y a los cuerpos de agua superficiales o subterráneos. Otras causas de considerable importancia que contribuyen a la liberación de esos componentes son los incendios de los basureros o la quema intencional de basura, lo cual representa un aporte significativo de esos contaminantes al aire.
Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros, ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales, causes de agua, etc. Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, basta con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura domestica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22% del Níquel, etc.
El mercurio es un contaminante local y global por excelencia, la química ambiental correspondiente a este metal tóxico es muy compleja, dadas sus propiedades; se evapora a temperatura ambiente y sus átomos viajan lejos; al ser depositado en los cuerpos de agua se transforma en mercurio orgánico (metil-mercurio) por mecanismos aeróbicos o anaeróbicos, es así como se contaminan, entre otros, los pescados y mariscos. Otra forma de ingreso de mercurio es por inhalación de los vapores emitidos por el mercurio en su forma metálica en ambientes cerrados.

El metil-mercurio puede atravesar la placenta, acumularse y provocar daño en el cerebro y en los tejidos de los neonatos, quienes son especialmente sensibles a esta sustancia. También puede existir exposición al mercurio a través de la leche materna; en este caso, los efectos pueden provocar problemas de desarrollo, retrasos en el andar, en el habla o mental, falta de coordinación, ceguera y convulsiones. En adultos, la exposición constante a través de la ingesta de alimentos contaminados, pescados por lo general, puede provocar cambios de personalidad, pérdida de visión, memoria o coordinación, sordera o problemas en los riñones y pulmones.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera al metil-mercurio y sus compuestos como posiblemente carcinogénico en seres humanos (Grupo 2B).
El metil-mercurio, que es la forma más tóxica, se acumula en los tejidos de peces; las especies de mayor tamaño y de mayor edad tienden a concentrar niveles de mercurio más altos.

Una vía importante es la ingesta de agua contaminada y de alimentos que contienen cadmio; casi todo alimento tiene cadmio en bajos niveles (los niveles más altos se encuentran en mariscos, hígado y riñones); también fumar duplica los niveles de cadmio en el organismo.

En el nivel doméstico, las baterías usadas en los teléfonos inalámbricos son una fuente importante de Cd debido a que tienen una envoltura relativamente frágil.

Respirar cadmio en altas dosis produce graves lesiones en los pulmones, y cuando se ingiere generalmente se acumula en los riñones. Cuando se expone un individuo a altas dosis puede causar su muerte.

Con esta información tan solo queremos participar a la gente de nuestro entorno vecinos y amigos para que utilicen los contenedores adecuados para el tratamiento y desecho de pilas y con la aportación de todos en estas tareas generemos un cambio que por muy pequeño que sea al reproducirse en escala podrá generar un cambio exponencial para beneficio de nuestra salud y la de todos los seres humanos que habitamos este planeta.
Utilicemos los contenedores de pilas, cuidemos nuestro entorno y fomentemos la protección a nuestro medio ambiente es por ti es por todos.

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